LSD
El LSD es una de las sustancias químicas más potentes para cambiar el estado de ánimo. Se manufactura a partir del ácido lisérgico, que se encuentra en el cornezuelo, un hongo que crece en el centeno y otros granos.
Se produce en forma de cristales en laboratorios ilegales, principalmente en Estados Unidos. Esos cristales se convierten en líquido para distribuirlo. Es inodoro, incoloro y tiene un ligero sabor amargo.
Conocido como “ácido” y con muchos otros nombres, el LSD se vende en la calle en pequeñas tabletas (“micro puntos”), cápsulas o cuadros de gelatina (“cristal de ventana”). A veces se añade a papel absorbente, el cual entonces es dividido en cuadros pequeños decorados con diseños o personajes de caricaturas. Ocasionalmente se vende en forma líquida. Pero sin importar en qué forma esté, el LSD conduce a quien lo consume al mismo lugar: una severa desconexión de la realidad.
Los consumidores de LSD llaman “viaje” a una experiencia con LSD, que típicamente dura doce horas o más. Cuando las cosas salen mal, lo cual sucede con frecuencia, se le llama “mal viaje”; lo cual es otro nombre para un infierno viviente.
La vía de administración puede ser oral, generalmente diluido en algún tipo de substrato, como un papel secante (comúnmente conocido como cartón), un terrón de azúcar, una gomita o un poco de gelatina. En forma líquida puede administrarse mediante una inyección intramuscular o intravenosa, en otras ocaciones se coloca en los ojos para su mayor absorción.
EFECTOS FÍSICOS
- Pupilas Dilatadas
- La temperatura corporal puede subir o bajar
- Sudoración o escalofríos
- Pérdida del apetito
- Insomnio
- Boca seca
- Estremecimientos
EFECTOS MENTALES
- Delirios
- Alucinaciones visuales
- Una sensación artificial de euforia o certeza
- Distorsión del sentido del tiempo y de la identidad
- Distorsión de la percepción de profundidad
- Disminución de la percepción del tiempo, percepción distorsionada del tamaño y la forma de los objetos, los movimientos, el color, los sonidos, el tacto, y la imagen del cuerpo del propio consumidor
- Pensamientos y sentimientos aterradores e inquietantes
- Miedo de perder el control
- Ataques de pánico
- Escenas retrospectivas o viajes de LSD recurrentes, a menudo imprevistos, mucho después de haber tomado LSD
- Grave depresión o psicosis
“A la edad de 16 años me iniciaron en una droga que consumí durante más de tres años: el LSD. Lo que no sabía era el hecho de que el LSD es el alucinógeno más potente conocido por el hombre.
“La droga venía en un pequeño pedazo de papel no mayor que mi dedo índice, llamado secante. Quince minutos después de ponerme el papel en la lengua todo el cuerpo se me calentaba y empezaba a sudar.
“Algunas otras reacciones que experimenté mientras consumía la droga incluían pupilas dilatadas, náusea y ‘piel de gallina’. Mientras estaba drogada con LSD sentía como si hubiera una enorme distorsión en mi cuerpo y en mi mente. Los cambios visuales, al igual que los extremos cambios de humor eran como un extraño viaje de terror, uno en el que sentía que no tenía control de mi cuerpo ni de mi mente”. – Edith
Si conoces a alguien que consuma LSD, o tu lo haces, ten en cuenta las consecuencias que trae para tu vida, pide ayuda a la Línea Gratuita Distrital para la Atención, Orientación y Prevención en Consumo de Sustancias Psicoactivas: 018000 112439.
putos
ResponderEliminarreputos
ResponderEliminarConsumirlo por los ojos no da 'mayor absorción'. Cualquier mucosa puede conducirlo...
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